Práctica de la asignatura TIC para la Historia de la UMU, curso 2019-20.

jueves, 2 de enero de 2020

Política matrimonial Alejandro VI (Lucrecia), parte 2

 Alejandro VI y Lucrecia Borgia sobre la representación de la Roma del siglo XV en La Crónica de Núremberg.
Imagen propia realizada con  Photoshop.


Para acceder a la primera parte de la publicación en el blog de Alejandro VI: El Papa Borgia
 piche aquí.


Con gran asiduidad los matrimonios de un hijo, hija o de un familiar cercano, con los de un nuevo aliados han cerrado grandes acuerdos. Las alianzas matrimoniales en la Edad Moderna eran un tipo de tratos y de acuerdos muy importante de la diplomacia.

En el contexto donde predominaba la división de los estados que componían la Península Itálica, Alejandro no dudó en utilizar a su familia para conseguir sus objetivos políticos. Con los intereses políticos enfocados en Milán, se cree que a finales de 1492 se iniciaron  las negociaciones entre Alejando y Ludovico Sforza. La política de acercamiento se reafirmó mediante un acuerdo matrimonial, el de Lucrecia con Giovani Sforza. El elegido era el señor de Pasaro, hijo del hermano bastardo de Ludovico, un hombre 20 años mayor que Lucrecia y la repercusión política directa fue que con los esponsales se cerro la alianza con Milán en el Marco de la Liga,

Desde la contemporaneidad nos puede sorprender con especial fuerza que la hija del Santo Pontífice fuera utilizada tan abiertamente en el desarrollo político del Vaticano, pero no era la primera vez que en la basílica de San Pedro se celebraba la boda de la hija de un Papa. Podría afirmarse que  Rodrigo Borgia tenia muy presentes los beneficios políticos que le traerían la alianza matrimonial, para emparentar a Lucrecia con los Sforza, en primer lugar tuvo que romper un compromiso previo con Gaspar de Provincia, un noble siciliano-aragonés de una familia con mayor abolengo.

El vulgo se deja seducir siempre
 por la apariencia y el éxito. (Maquiavelo)


El Papa hizo del matrimonio una fiesta de carácter público, una muestra de su poder que mostraba su magnificencia. La nieta de Inocencio VII encabezaba una comitiva compuesta por las hijas de las familias más importantes de la nobleza romana . Las jóvenes tenían el cometido de acompañar a Lucrecia desde su palacio hasta la plaza de San Pedro y desde el salón del trono Alejandro ofició la boda acompañado por las más altos cargos de la Iglesia. A la boda estaban invitados las más altas dignidades romanas y fue acompañada de un banquete, amenizado con música, poesía, bailes que se perpetuaron gran parte de la noche.
       
Pero transcurridos 4 años, la alianza Sforza dejó de ser ventajosa y el pontífice decidió anular el matrimonio, para poder utilizar a su hija en otras futuras alianzas. Se alegó que el matrimonio no se había consumado y que sin descendencia alguna no había ningún impedimento para realizar esa acción. Ademas, de las circunstancias políticas, existía muy escasa unión entre la pareja,  en 1496 Lucrezia se negó a regresar a Pasaro y se quedó en Roma en compañía de su padre y de Sancha de Aragón su cuñada, esposa de Jofré Borgia.

Cuando en la primavera de 1497, el Estado Pontificio se adhería junto a Venecia, Milán y Nápoles, al alto al fuego entre españoles y franceses, probablemente se decidió ya el divorcio.


Para saber más sobre las guerras italianas entre la monarquía Aragonesa y la Francesa pinche aquí.


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César Borgia de Altobello Melone, 
 Accademia Carrara, Bérgamo.
Lucrecia acudió a la ceremonia de anulación de su matrimonio no consumado, pero el escándalo llegó  cuando  meses después estaba  embarazada de seis meses fruto de la relación que mantuvo con Pedro Calderón, un mensajero, posteriormente asesinado por los Borgia.  Haciendo un pequeño inciso y alejándonos de la política matrimonial diremos que se cree que este niño es el conocido popularmente como Infante romano. Según muestra la documentación  primero fue reconocido como hijo de César y luego del Papa. Algo que ha dado lugar  a las murmuraciones de incesto del padre y el hermano con Lucrecia. 

Desde que se firmó el divorcio seguramente ya se tenia en mente la figura de Alfonso de Aragón , hijo de Alfonso II rey de Nápoles y hermano de Sancha. Como en el caso anterior, y posteriormente el tercer matrimonio, la unión  supuso para su familia una alianza que políticamente la hizo más poderosa, pero mientras que en la unión anterior cuando dejó de ser "conveniente" se acudió a la anulación, aquí se recurrió directamente al asesinato. Pues bien, el matrimonio Lucrecia con  produjo un hijo legitimo, mientras que el joven Alfonso de Aragón fue asesinado por orden de César Borgia. 

Las motivaciones políticas de este segundo matrimonio y el fracaso posterior de la alianza, se puede ver en que César y su padre, una vez realizada la alianza matrimonial con Lucrecia, estaba planeando sus propias nupcias con Carlotta de Aragón, hija y heredera del rey de Nápoles, Federico I, ya que Alfonso era hijo ilegítimo. Con el matrimonio  se habría sellado definitivamente la alianza con el reino de Nápoles, en muy buenos terminos para César y los Borgia, que habría quedado en la situación de convertirse un día en rey. El matrimonio no se realizo y  César  desplazó su interés hacia Francia.

Lucrecia pronto se convirtió otra vez en un buen peón político,  el Papa en el invierno de 1500 y 1501 volvió a iniciar negociaciones con distintos barones de los que con el enlace conseguiría un importante beneficio, como la sujeción a su política de los poderosos nobles romanos.Barajando los candidatos que reforzaran su política interior y que aumentaran su patrimonio en Italia. El candidato por el que se decantó fue Francesco, duque de Gravina, miembro de la familia Orsini y con el enlace se obtendría un amplio dominio sobre el sur de Italia, al menos mientras Rodrigo de Aragón , hijo del anterior matrimonio, fuese menor de edad. 

Lucrecia se negó a aceptar el matrimonio, inclusive tras hacerse una propuesta pública. César propuso otro candidato, Luis de Ligny, miembro de la familia real francesa, pero pese a que esto la introduciría en la alta nobleza francesa, Lucrecia se negó a  aceptar otra vez.

Alfonso I d'Este con Saint Justine, 
obra inacabada.
Pero Lucrecia consciente de su situación, en caso de muerte de su padre, el ducado de Bisceglie, que había heredado su hijo se encontraba en territorio español y podía no ser un dominio seguro y el ducado de Sermonetta, de su posesión, se encontraba en terreno pontificio. Quizás, mirando por sus intereses fue ella quien planteó una tercera propuesta de matrimonio, la de Alfonso de Este, heredero de Ecole de Este, duque de Ferrara y Modena .

El matrimonio era favorable a los intereses de Alejando VI, el ducado estaba alejado de sus dominios directos, pero si esta bajo su soberanía, los Este por otro lado en términos económicos y políticos habían respondido favorablemente al Papa. Pero sobre todo, enlazarían con una de las casas soberanas más importantes de toda Italia. Los de Este al principio no se decantaron a aceptar la oferta, pero a base de l dinero y de la influencias de los Borgia lograron que finalmente la boda se celebrara. 
Lucrecia pasaría el resto de su vida en Ferrara, donde se adaptó a una vida alejada, esta vez sí, de la política de su familia. En sus nuevos dominios se convirtió en una auténtica mecenas de las artes, al igual que sus cuñadas, las famosas Isabel y Beatriz de Este. Gobernante en la ausencias de su marido, con el paso de los años ganó cariño de sus súbditos,  quienes llegaron a llamarla "la madre del pueblo".

Para visualizar la infografía: Lucrecia, peón en la política matrimonial de los Borgia, aquí.


Jacopo Pesaro Obispo de Paphos presentado por el Papa Alejandro VI Borgia a San Pedro  (1576), Tiziano  en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes.

Si quieres leer más: 

-Los Borgia Iglesia y poder entre los siglos XV y XVI. Oscar Villarroel González, Sílex ediciones.
-Yo, Lucrecia Borgia. Carmen Barberá, Planeta.

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